El tendón es un tejido conectivo y resistente que sirve de unión entre el vientre muscular y el hueso.
Hablamos de tendinitis refiriéndonos a la inflamación de un tendón: aumento de la circulación sanguínea local, con calor, enrojecimiento, hinchazón y dolor.
Tendinosis se utiliza asociado a la degeneración del tejido.
Y tendinopatía es un concepto más amplio, empleándose en relación con cualquier alteración del tendón.

Diagnóstico

La tendinitis o tendinopatia rotuliana es la tendinitis más frecuente a nivel de la rodilla, y se asociada frecuentemente a la repetición de saltos (“tendinitis del saltador”).

El cuádriceps, en su parte distal, forma el tendón cuadricipital, dirigiéndose hacia la rótula (polo superior). En la zona inferior de la rótula pasa a denominarse tendón rotuliano. Existe controversia en su denominación, porque su estructura y composición es más propia de un potente ligamento que de un tendón.
La cuestión es que sufre especialmente cuando hay movimientos repetidos que requieren una flexo-extensión con importantes cargas implicadas, como ocurre en los saltos. Cuando hay un exceso de entrenamiento con determinados movimientos, o tras golpes localizados en esa zona, suele producirse la tendinitis: inflamación del tejido, con dolor asociado. Generalmente en la zona próxima al polo inferior de la rótula.

A la exploración, se observa dolor a la palpación local y engrosamiento del tendón.
La radiografía, la ecografía y la resonancia son pruebas que ayudan a valorar la situación real del tendón.

Tratamiento

Frío

El tratamiento general se basa en tratar de disminuir esa inflamación.
Se puede emplear hielo, colocado en una bolsa, o gel frio. Ejemplo de pauta a seguir: 10 min, un par de veces al día.
No me gustan las famosas bolsas con guisantes congelados, porque aportan menor cantidad de frio y es menos homogéneo.

Antiinflamatorios no esteroideos (AINES)

Si no tienes alergias u otras contraindicaciones, como ulceras de estomago o fármacos anticoagulantes, los AINES pueden ayudarte a que disminuya el dolor y la inflamación local.

Ejemplos: ibuprofeno, dexketoprofeno, eterocoxib, celecoxib.

Una pauta habitual puede ser tomar ibuprofeno 600 cada 8 o 12h durante 4 o 5 días.

Rehabilitación

Las medidas antiinflamatorias locales, junto con ejercicios controlados y progresivos excéntricos (trabajo con alargamiento del músculo), son de gran importancia para la recuperación del deportista.

Reposo

El reposo inicial suele ser necesario, y variable en su duración en función de la severidad con la que llega el paciente a la consulta. El regreso a la actividad debe ser progresivo.

Infiltraciones

En ocasiones, como casos de dolor severo o de necesidad imperiosa de mejoría precoz para una determinada fecha, se puede utilizar corticoterapia alrededor del tendón. Pero si se repite en varias ocasiones puede deteriorarlo. Yo lo limito a una o dos infiltraciones de este tipo en caso de ser necesario.
También se pueden emplear infiltraciones de Plasma Rico en Plaquetas (PRP). Es una técnica bien tolerada, y los estudios sobre su uso orientan a buenos resultados, aún no concluyentes.

Ondas de choque extracorpóreas

Son ondas de presión acústica que requieren un medio físico para propagarse.
Su interacción con los tejidos produce respuestas biológicas locales a nivel celular, por un mecanismo denominado de transducción. En procesos como las tendinopatías hay artículos que refieren buenos resultados y ausencia de complicaciones, al ser una técnica no invasiva.

Electrolisis Percutánea Intratisular (EPI)

Es una técnica terapéutica en la que se aplica corriente galvánica al tejido, destruyéndolo. Se aplica al tejido degenerado, que ya no esta haciendo su función mecánica correctamente y puede doler. La destrucción da lugar a una inflamación provocada, y a un proceso reparativo posterior del propio cuerpo.

Evolución

El periodo para la recuperación es muy variable.
En un primer episodios de tendinitis rotuliana la respuesta al tratamiento es mejor, con una recuperación precoz en un alto porcentaje.

En cambio, los procesos que se han cronificado tienen el tejido degenerado, y suele ser la recuperación lenta (varias semanas o meses) y con posibles recidivas.
En casos crónicos con mala evolución (4-6 meses sin mejoría) esta indicada la cirugía, para liberación de adherencias, y retirada del tejido degenerado si es visible macroscópicamente, o hacer pequeños cortes longitudinales si no es evidente, para facilitar un sangrado local y un proceso reparativo del propio organismo.
La actividad física post-cirugía ha de instaurarse muy lentamente, para que el tejido vaya soportando la cargas de trabajo progresivamente.