El ciclismo es otro deporte, junto a la natación, que recomiendo con frecuencia en mi consulta.
Permite trabajar las articulaciones de las piernas y fortalecer la musculatura, trabajando incluso con intensidades altas y en ausencia de impactos.

Si no es posible salir al aire libre, la bicicleta estática es una alternativa.

Factores de Riesgo

El ciclismo tiene un riesgo elevado de traumatismos graves, debido a los accidentes con vehículos a motor y a las velocidades elevadas que se pueden alcanzar.

Estado de la bicicleta.
Debe estar revisado su buen funcionamiento.

El mal tiempo, o las últimas horas del día, junto con la fatiga acumulada, hacen que aumente el peligro. Evita en lo posible situaciones con disminución de la visibilidad.

No llevar el casco es sinónimo de riesgo.

Tipo y frecuencia de las lesiones

Heridas-abrasiones.
Son la lesiones más frecuentes.

Traumatismo cranoencefálico.
Es la complicación más severa.

Fracturas.

  • Son frecuentes. La fractura de clavícula es la más prevalente.
  • Operamos en función de la localización de la fractura (tercio externo, medio o interno) y el grado de desplazamiento de los fragmentos.
  • Otras fracturas que se ven con cierta frecuencia se encuentran en la cadera, y en la columna lumbar.

Contracturas musculares paravertebrales.
En cuello, columna lumbar.

Dolor en perine (zona pélvica baja, entre ano y genitales).

  • Presión sobre los nervios ulnar o pudendo.
  • Tendinitis a nivel de las inserciones tendinosas en isquios.

Deshidratación.

Hipotermia.

Prevención

La primera recomendación: siempre llevar el casco.
Y calcular el final de la actividad, para evitar horas con escasa visibilidad.

Incluye luces y reflectantes en tu equipo.

Y la ropa adecuada en función del tiempo, junto con liquido para hidratarse y barritas energéticas si vas a realizar un esfuerzo prolongando.

Asegúrate de que el sillín y el tamaño de la bicicleta son adecuados para ti. Seguro que en una buena tienda pueden asesorarte.