Los ligamentos laterales interno y externo de la rodilla son los principales estabilizadores de la rodilla en los movimientos de varo (piernas “en paréntesis”) y valgo (piernas en “x”).
El concepto de esguince, tanto en rodilla como en otras articulaciones, hace referencia al estiramiento o desgarro de las fibras ligamentosas.
- Un esguince grado I implica la ruptura de un grupo reducido de fibras, con dolor localizado a la palpación y sin inestabilidad.
- En un esguince grado II se produce una mayor rotura de fibras, con cierto grado de movilidad anormal.
- En el esguince grado III el ligamento sufre una rotura completa, con separación de las fibras y una inestabilidad importante. Se produce una clara perdida de función (resistencia al movimiento).
Para el diagnóstico es fundamental la exploración clínica. También pueden ayudar las pruebas de imagen, como la ecografía o la Resonancia Magnética. En un artrocentesis (punción y extracción de líquido articular) tras rotura del ligamento lateral interno, puede observarse hemartros (líquido rojizo).
El esguince del Ligamento Lateral Interno o Medial es más frecuente. En lesiones severas, pueden estar afectados simultáneamente los meniscos y el LCA.
El esguince aislado del Ligamento Lateral Externo es raro. Suele producirse por lesiones traumáticas severas y estar acompañado de rotura del LCA y/o rotura del LCP.