Evolución del cartílago articular

A lo largo de la Vida el cartílago se desgasta en mayor o menor medida, evolucionando en un porcentaje elevado de la población hacia la artrosis.

Como he comentado anteriormente, se suelen utilizar osteoartritis y artrosis de rodilla como términos similares (aunque son procesos distintos), en relación a la degeneración del cartílago articular.

La artrosis se caracteriza por degeneración del cartílago sin inflamación, hipertrofia del hueso en los márgenes articulares, y cambios secundarios en la membrana que envuelve la articulación (membrana sinovial).

Cuando el dolor es severo y crónico (meses), con escasa mejoría con el tratamiento conservador, se suele indicar cirugía: prótesis.

“Tengo diagnosticada una artrosis severa de rodilla. ¿Me opero?”

La indicación quirúrgica la marcan los síntomas. Si no tienes dolor, la respuesta es no.

Cuando disminuye la calidad de vida porque la articulación desgastada no te permite hacer las actividades normales de la vida diaria, hay que considerar una operación quirúrgica. Es una cuestión de valorar los riesgos propios de una cirugía (como la infección), y los riesgos del propio paciente (peor si tiene múltiples enfermedades), frente a importantes beneficios (poder volver a vivir sin ese dolor).

Hoy en día existen prótesis de la mayor parte de las articulaciones: rodilla, cadera, hombro, tobillo, discos intervertebrales. Destacan, por su amplia experiencia de uso y buenos resultados, las prótesis de cadera y de rodilla.